(Postern of Fate)
Agatha Christie - 1973
Tommy y Tuppence Beresford adquieren una nueva casa, y con ella una serie de libros. En uno de ellos, Tuppence ve unas letras sueltas subrayadas en rojo y formando una frase: “Mary Jordan no murió de muerte natural. Fue uno de nosotros. Yo creo saber quién”. El libro lleva en su portada un nombre escrito: Alexander Parkinson.
En sus visitas al cementerio anexo a la iglesia, Tommy Beresford descubre que Alexander había muerto años atrás a la edad de 14 años. Por otra parte, Tuppence logra descubrir que Mary Jordan había sido institutriz en la casa en tiempo de los Parkinson, y que murió en accidente, habiendo ingerido una hojas venenosas en lugar de verdura de la huerta. Había sido una bonita muchacha de cabellos rubios, aficionada a la pintura, y había hecho un retrato de Alexander Parkinson.
Tuppence da con un sendero abandonado, al final del cual hay un antiguo túmulo de piedra. Guiada por el viejo jardinero, entra en una especie de almacén en el jardín, donde hay juguetes rotos; entre ellos un gran caballo de cartón y un coche de pedales. Hay allí también adornos de jardín, en porcelana, y en forma de dos cisnes azules.
NO LEÍDO --> En mi lista de deseos. Es uno de los pocos libros de Agatha Christie que me falta por tener.
Agatha Christie - 1973
Tommy y Tuppence Beresford adquieren una nueva casa, y con ella una serie de libros. En uno de ellos, Tuppence ve unas letras sueltas subrayadas en rojo y formando una frase: “Mary Jordan no murió de muerte natural. Fue uno de nosotros. Yo creo saber quién”. El libro lleva en su portada un nombre escrito: Alexander Parkinson.
En sus visitas al cementerio anexo a la iglesia, Tommy Beresford descubre que Alexander había muerto años atrás a la edad de 14 años. Por otra parte, Tuppence logra descubrir que Mary Jordan había sido institutriz en la casa en tiempo de los Parkinson, y que murió en accidente, habiendo ingerido una hojas venenosas en lugar de verdura de la huerta. Había sido una bonita muchacha de cabellos rubios, aficionada a la pintura, y había hecho un retrato de Alexander Parkinson.
Tuppence da con un sendero abandonado, al final del cual hay un antiguo túmulo de piedra. Guiada por el viejo jardinero, entra en una especie de almacén en el jardín, donde hay juguetes rotos; entre ellos un gran caballo de cartón y un coche de pedales. Hay allí también adornos de jardín, en porcelana, y en forma de dos cisnes azules.
NO LEÍDO --> En mi lista de deseos. Es uno de los pocos libros de Agatha Christie que me falta por tener.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.