Rebeca F. San Román - 2009
Alfaguara - 2010417 páginas, ISBN: 9-789562-397131Reseña Oficial (contratapa):
“El ángel cayó sobre Amaya con el rostro desfigurado por la ira divina. Sus ojos iluminaron la iglesia como dos llamas incandescentes, mientras la boca se plegaba en una cueva informe y oscura, infusa de odio”.
¿Qué busca Amaya cada noche, mientras camina por los rincones más perdidos de Santiago de Chile? ¿Cuál es el oscuro secreto de Nicholas, un atarctivo curador de arte que acaba de llegar desde Europa? ¿Ángel o demonio? ¿Qué es lo que oculta el párroco del templo de San Francisco?
Sinfonía Eterna, a veces la muerte te puede tocar… también enamorarse de ti.
Mi Resumen:
La novela está ambientada en Santiago de Chile, en la época actual. Al igual que una sinfonía, está dividida en partes que no están claramente delimitadas. La protagonista es Amaya, una estudiante universitaria de Arte con un oscuro pasado, semi anoréxica, semi alcohólica y sin familia, ya que su padre, madre y hermano murieron en trágicas y tristes circunstancias hace unos años. Vive sola en una antigua casona, la que alguna vez fuera la casa familiar. Tiene por amigos a tres chicas de la universidad con sus respectivos novios, con los que sale frecuentemente a recorrer la noche y beber en exceso, hasta no recordar claramente lo que hizo durante la juerga.
Amaya es un personaje definitivamente lúgubre, que es acosada constantemente por pesadillas que no la dejan descansar; en esos extraños sueños tiene visiones que no comprende pero que sabe que están ligadas a su pasado. Amaya vive intranquila, y frecuentemente desea morir. El perfil sicológico de esta chica es complicado, y desde el principio se presiente que nada bueno le va a ocurrir, ya que está marcada por la desgracias en todo ámbito de cosas.
Como es amante del arte, en extrañas circunstancias conoce a Nicholas, un atractivo curador de arte que llegó de Europa, de mirada penetrante y extremadamente enigmático, y que claramente desde el inicio se perfila como el vampiro de rigor que enamorará a Amaya y la hará adentrase en un mundo desconocido. Lo original de la historia es que aunque Amaya no lo recuerde, Nicholas (que efectivamente es un vampiro como de 200 años de edad) la conoce desde pequeña y ha estado a su lado siempre, amándola desde que era una niña. A medida que transcurren los capítulos se comienza a revelar la historia de Nicholas y su relación con Amaya, se vislumbran algunos destellos de lo que pasó con la familia de la chica y uno comienza a entender mejor la extraña personalidad de la protagonista.
Existen algunos personajes secundarios interesantes, como por ejemplo Alejandro, el cura de la Iglesia de San Francisco, que conoce a Nicholas y su verdadera naturaleza, y que además es una especie de consejero del vampiro. También está Kat, la mejor amiga de Amaya que es el único apoyo que ésta tiene en la vida, y que lamentablemente está pronta a irse a Argentina para continuar sus estudios, dejando a Amaya en la más completa soledad. A mitad de la novela aparece Shin, una chica como de catorce años de aspecto gótico, y que a todas luces, es o tiene que ver con la muerte, y que por supuesto, está siempre cerca de Amaya. Y lo demás deben leerlo ustedes…
Opinión Personal:
Es una novela regular, ni buena ni mala, no encanta pero tampoco aburre, a medida que se avanza en la lectura va quedando la sensación de que algo falta, pero a la vez va surgiendo la esperanza de que ese algo aparezca pronto. Para mi gusto, eso no sucede nunca: pese a que la historia está relativamente bien hilada, creo que abunda mucho en escenas innecesarias puestas sólo “para hacer bulto” y que nada aportan al argumento, y más que eso, ayudan a confundir al lector. Hasta un zombie aparece en algún momento, el que no tiene razón de ser ni importancia alguna para la historia.
Hay nuevos detalles en el enfoque que se le da al tema del vampiro: pese a que se alimenta de sangre humana, como todo vampiro que se precie de tal, no se oculta de la gente y además es amigo de un cura! Pero también está lo tradicional, como la atracción casi hipnótica que ejerce sobre la gente, la fuerza sobrenatural, la aversión a la luz del sol, etc. Debo mencionar que el estilo de la escritora no es ágil ni liviano, sino un tanto recargado y excesivamente adornado, cosa que al principio de la lectura me molestó mucho, pero al final terminé acostumbrándome.
La apreciación general es que esta novela daba para ser mucho más corta y fue estirada artificialmente a fuerza de rellenar con escenas irrelevantes, lo que al final se traduce en “… y tantas vueltas para llegar a eso?”. Por otro lado el desenlace es novedoso, pero no termina de convencer, le falta cuerpo, consistencia y solidez. Es de esas historias algo difusas en las que se hace difícil construir un relato o resumen, el hilo conductor se desvanece a ratos, y muchos personajes o hechos que se preveían importantes, se desvanecen y desaparecen sin pena ni gloria dejando la sensación de temas inconclusos. Incluso más, el mismo resumen que aparece en la contraportada del libro crea expectativas que luego no se cumplen.
LEÍDO: Aceptable. No puedo calificarla mal, pero tampoco recomendarla. No me gustó ni me disgustó, me dejó más que nada una sensación de vacío y nada en qué pensar. No cumplió con las expectativas que yo tenía, pero tampoco me defraudó. Como muchas otras, esta es una novela que puede ser amada u odiada con iguales posibilidades, y sólo leyéndola podrán tener una clara idea de su valor. Quizás estoy un poco influenciada a valorarla mejor porque es la primera novela de una joven escritora chilena, y como tal, hay que darle una oportunidad. El ejemplar que yo tengo lo adquirí el año pasado en la Feria Internacional del Libro de la Estación Mapocho, y me costó $10.000 CLP.